Acepto que el dolor
me llegue a veces
inagotable,
las noches oscuras,
las lágrimas sedientas.
las horas detenidas,
las manos aplacadas,
los pasos cansados,
los sueños inconclusos,
los oídos vacíos
sin palabras de amor,
lo recibo
con calma
porque se que mañana
despertaré
en el alba,
inundada de sol.
y soltaré mis manos,
enjugaré mis lágrimas,
escucharé tu voz
diciéndome ternuras,
se hará el paso ligero,
y soñaré inconstante
con ignotos deseos,
con la lujuria errante
de los nuevos caminos,
con el mareo insomne
de fundirme en tu pecho,
con la verdad infinita
que nací para vos.
viernes, 4 de enero de 2008
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