miércoles, 20 de agosto de 2008

Josefina




Fuistes un sueño
que se nos hizo esquivo,
y ahora estás
creciendo en el latido,
de la que te esperó
soñando tanto.
Derribando barreras
con sus ansias,
hasta que todo quede
en el olvido,
y solo el hoy
forme parte del encanto.
Mis manos te esperan,
te reclaman,
formando con amor un tierno nido,
donde reposará,
apenas hayas nacido,
tu corazón y el mío
sin quebrantos.