Como la luz
infiltrándose en mi piel,
sentí llegar a mi,
la serenidad del ser.
Dulce retoño
del espacio,
inmerso en moléculas de sol.
Abres en mi alma
el camino inmediato
hacia la eternidad.
Y me haces creadora
de momentos,
con la facilidad exquisita
de volver a nacer
cada segundo,
para crear imágenes
hasta el infinito.
Para que vivir
se convierta
en un mágico encuentro cotidiano
entre Dios y yo.
Escribí este verso inspirada en la pintura de un amigo del espacio Joan, un verdadero creador de belleza, un alma sensible plena de luz.
Su dirección es http://www.joanpinardell.com/, no dejen de visitarlo.
miércoles, 16 de enero de 2008
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